La osteoporosis es una patología en la que los huesos se deterioran y se hacen porosos, todo ello debido a una alteración metabólica según la cual comienzan a destruirse más células óseas de las que se forman.
El verdadero peligro de la enfermedad es el riesgo de fracturas de huesos, las cuales, aparte de ocasionar un gran dolor, pueden llegar a ser tan graves como para poner en riesgo la vida del paciente, especialmente cuando se trata de fracturas de cadera. No obstante, las fracturas más frecuentes son las vertebrales, que afectan a 1 de cada 5 mujeres mayores de 50 años en España.
Se calcula que alrededor de 200 millones de personas en el mundo padecen osteoporosis. Los datos revelan que las mujeres son mucho más propensas a padecerla, tanto es así, que un 30% de las mujeres postmenopáusicas de EE.UU y la Unión Europea sufren la enfermedad. La franja de edad en la que comienzan a manifestarse los síntomas suele estar comprendida entre los 50 y los 70 años.
Las causas principales por las que el sexo femenino tiene un riesgo cuatro veces mayor que los hombres de sufrir la enfermedad, reside en que tienen una menor densidad ósea, y en la reducción drástica de los niveles de estrógenos que se produce en la menopausia. Los estrógenos son hormonas que regulan las células que renuevan los huesos, y por tanto, cuando se disminuyen sus niveles aceleran el proceso de destrucción ósea.
Algunos de los factores que pueden favorecer la aparición de la osteoporosis son:
– Tener antecedentes en familiares con osteoporosis.
– Ser mujer y/o tener una menopausia temprana.
– Ser una mujer a la que se le hayan extirpado los ovarios.
– Llevar una vida sedentaria y no realizar ejercicio físico.
– Tener delgadez, baja estatura y/o huesos pequeños.
– Consumir alcohol, sal, cafeína y tabaco en exceso.
– Tener un tratamiento con esteroides.
– Consumir poco calcio o tener problemas para absorberlo.
En la etapa inicial de la osteoporosis no aparecen síntomas, de hecho, puede producirse alguna fractura antes de conocer el padecimiento de la enfermedad. Los primeros síntomas llamativos son las propias fracturas y la pérdida de estatura derivada de las fracturas vertebrales. Las fracturas pueden producirse por caídas o incluso por pequeños movimientos producidos al toser o estornudar.
La osteoporosis a menudo provoca una incapacidad para el desarrollo del trabajo. Aquellos trabajadores que realizan un esfuerzo físico en su puesto de trabajo se verán gravemente afectados y podrían ser susceptibles de una incapacidad total. En muchos otros casos, la enfermedad inhabilita para cualquier actividad y profesión, motivo por el cual se concede la incapacidad permanente absoluta.
Para prevenir la osteoporosis es importante tener una dieta rica en calcio y vitamina D, practicar ejercicio y reducir el consumo de tabaco, alcohol y bebidas con cafeína. Para tratar la patología, existen fármacos que ayudan a evitar la fractura de los huesos de la columna vertebral, de la cadera y de las muñecas, entre otros. El lado negativo es que estos fármacos tienen efectos secundarios.
Si a pesar de todas estas medidas preventivas el paciente sufre una fractura, es posible que ésta deba ser reparada con cirugía.
Si piensa que está afectado de una incapacidad laboral debido al esfuerzo físico en su puesto de trabajo llámenos o envíenos su consulta en la imagen que se encuentra abajo.