SiteLock

La discapacidad de una persona, y el grado en el que la padezca, nos ayuda a conocer la dificultad que posee para integrarse con normalidad en la sociedad. El día a día de un individuo con discapacidad es diferente en función de si esta es de carácter mental, física o intelectual. Más allá de la situación personal, no podemos olvidar que una persona es ella misma y sus circunstancias, es decir, cuando hablamos de discapacidad, es relevante analizar cómo ayuda o dificulta el entorno de quien padece esta discapacidad.

Cuántas clases de discapacidad existen

En la actualidad se reconocen cinco clases diferentes de minusvalía, en función del grado que la persona posee y cómo le afecta para llevar a cabo las actividades del día a día.

Clase 1. Sin discapacidad. La clase uno corresponde a aquellas personas, que aun teniendo algunas lesiones o secuelas, por el motivo que sea, estas no le impiden desempeñar una vida normal.

Clase 2. Grado del 1 al 24%. La clase número dos, corresponde a aquellas personas, que tienen una dificultad pequeña para compatibilizar su vida ordinaria con la minusvalía de la persona, pero consiguen desarrollar la tarea.

Clase 3. Grado del 25 al 49%. En este grado de discapacidad, nos encontramos a personas que aun siendo capaces de cuidar de sí mismas, tienen algunas dificultades para desarrollar algunas de las tareas del día a día. La dificultad para el desempeño puede afectar a unas tareas sí y otras no.

Clase 4. Grado del 50 al 74%. En la clase número cuatro nos encontramos a personas que tienen dificultades serias para llevar una vida normal sin ayuda. En ocasiones sí que pueden hacerse cargo de algunas tareas del cuidado propio, el cuidado personal.

Clase 5. Grado por encima del 75%. Lo poseen personas que necesitan de ayuda continua para desarrollar su vida diaria en todos los niveles.

Similitudes y diferencias con una incapacidad permanente