
Si tienes dudas sobre la incapacidad permanente por artritis reumatoide, has llegado al lugar indicado. ¿En qué consiste esta enfermedad? ¿Cómo puede afectar a tu actividad profesional? ¿Qué se debe tener en cuenta para solicitar una incapacidad laboral a la Seguridad Social?
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Artritis reumatoide: ¿qué es?
Si te interesa saber todo acerca de la incapacidad permanente por artritis reumatoide (AR), necesitas saber en qué consiste esta enfermedad. Se trata de un trastorno inflamatorio crónico que afecta a las articulaciones y tejidos circundantes, aunque también puede atacar a otros órganos.
Concretamente, es una reacción del sistema inmunitario que consiste en la acción por error contra los tejidos del cuerpo, a pesar de encontrarse sanos. Es lo que se denomina una enfermedad autoinmunitaria.
La artritis reumatoide afecta directamente al revestimiento de las articulaciones, provocando una hinchazón que puede causar bastante dolor, e incluso la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Además, la AR puede aparecer en cualquier momento, aunque es más común a mediana edad. Asimismo, debes saber que ocurre con mayor frecuencia en mujeres, que en hombres.
Pero, ¿cuáles son las posibles causas de la artritis reumatoide? Según los expertos, esta enfermedad puede estar vinculada a infecciones, cambios hormonales o de origen genético. También se encuentra en el tabaquismo un posible desencadenante de esta enfermedad.
Por otro lado, aunque es un trastorno mucho menos común que la osteoartritis (OA), la artritis reumatoide puede provocar serios inconvenientes a la hora de ejercer algunos movimientos y, por tanto, en la realización de ciertas tareas. Por este motivo, debemos hablar de la incapacidad permanente por artritis reumatoide.

Incapacidad laboral por artritis reumatoide
¿Es la artritis reumatoide causa de incapacidad laboral? Efectivamente, es posible obtener el reconocimiento de esta prestación, ya que esta enfermedad autoinmune puede resultar dolorosa y afectar al tejido óseo y, en consecuencia, a la movilidad de la articulación afectada.
No obstante, la gravedad de la enfermedad va a incidir en el reconocimiento de nuestra incapacidad permanente por artritis reumatoide. Es decir, según cómo nos afecte obtendremos un grado de incapacidad:
Parcial
Si padeces una limitación de tu rendimiento laboral superior al 33% y, por tanto, no de la totalidad de las tareas que conlleva tu profesión habitual, puedes obtener una incapacidad permanente parcial por artritis reumatoide. Es decir, puedes continuar ejerciendo tu trabajo.
Total
En este caso, es preciso presentar dificultad para el desarrollo de las tareas fundamentales, o la totalidad de las mismas, con respecto a la profesión habitual.
Absoluta
Para obtener la incapacidad permanente por artritis reumatoide en este grado, no puedes continuar con tu profesión habitual. Es decir, que no puedes desarrollar tu trabajo de forma rentable o eficaz para cualquier empresa como consecuencia de esta enfermedad.
Gran Invalidez
Por último, debemos hacer mención de la posibilidad de obtener este grado de incapacidad laboral. Su reconocimiento implicaría una gravedad extrema de la enfermedad, ya que el requisito para su obtención es la falta de autonomía y la necesidad de ayuda para poder afrontar las tareas del día a día.
Aspectos a tener en cuenta para solicitar la incapacidad permanente por artritis reumatoide
Si quieres obtener tu prestación por incapacidad laboral, debes cumplir una serie de requisitos médicos, en relación a los problemas o la imposibilidad de ejercer una actividad profesional por la enfermedad. Pero también se precisan de otros requisitos conforme a las condiciones laborales.
En este sentido, debes cumplir con los siguientes puntos expuestos:
- Estar dado de alta en la Seguridad Social
Es imprescindible disponer de un contrato en vigor y estar cotizando a la Seguridad Social o, bien, encontrarse en situación de desempleo, excedencia forzosa o baja médica por la enfermedad.
No obstante, encontramos una excepción que consiste en la posibilidad de acceder a la prestación en el caso de haber cotizado 15 años, y que 3 de ellos, se hayan producido en el periodo de los últimos 10 años.
- No haber alcanzado la edad de jubilación
Del mismo modo que debes estar dado de alta en la Seguridad Social, también es indispensable que no hayas cumplido la edad de jubilación legal. Aunque debes saber que si has superado dicha edad, pero la enfermedad se ha diagnosticado tarde y se demuestra tu situación, puedes acceder a la prestación por incapacidad permanente por artritis reumatoide.
Asimismo, puedes acceder a dicho reconocimiento en el caso de haberte acogido a la jubilación anticipada.
- Presentar un mínimo de cotización
Para solicitar el reconocimiento de tu incapacidad por artritis reumatoide, debes haber cumplido con unos mínimos de cotización. Pero debes considerar los requisitos, según los siguientes rangos de edad:
- Menos de 31. Si todavía no has cumplido los 31, debes haber cotizado una cuarta parte del periodo que va entre los 16 años, hasta el momento n el que se produce la enfermedad.
- Más de 31. Si ya has superado esta edad, tienes que haber cotizado una cuarta parte del tiempo que va desde los 20 años hasta el momento en el que se produce la artritis reumatoide. Pero siempre y cuando se haya cotizado un mínimo de 5 años.
